La finalidad de la depuración es tratar las aguas residuales para acondicionarlas al uso que las queramos dar y dependiendo de ese uso recibirán un tratamiento más simple o más riguroso.
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En España, los tratamientos de depuración de aguas residuales y materias de saneamiento están regulados por la Directiva 91/271 CE mediante el Real Decreto Ley 11/1995 y Real Decreto 509/1996.
Para depurar el agua se sigue una cadena de tratamientos que se divide en las siguientes fases:
Fase 1: Pre-Tratamiento de Aguas
Es el proceso de eliminación de los constituyentes de las grasas, arenas y objetos con cierto grosor que constituyen las aguas residuales, cuya presencia pueda provocar problemas de mantenimiento y funcionamiento.
Los procedimientos que se realizan para la eliminación de estos residuos son:
- desbaste (por rejas)
- homogeneización y regulación del caudal
- desarenado (por sedimentación)
- desengrasado (por flotación)
Fase 2: Tratamiento Primario de Aguas
Se entiende como el proceso que tiene la misión de separar por medios físicos y/o químicos las sustancias en suspensión no retenidas por el pre-tratamiento, en especial materia sedimentaria y flotante.
Estos tratamientos requieren la adición de productos químicos o coagulantes que rompen el estado coloidal de las partículas y forman flóculos de gran tamaño de manera que decantan más rápidamente.
En el tratamiento primario de aguas los procesos son:
- Coagulación – floculación
- sedimentación y
- flotación
Fase 3: Tratamiento Secundario de Aguas
El tratamiento secundario de aguas consiste en los procedimientos biológicos tanto aerobios como anaerobios.
Es una etapa clave para la eliminación de sustancias coloidales no sedimentables y materia orgánica disuelta, donde se incluye una sedimentación secundaria.
Dentro del tratamiento aerobio los métodos más comunes son la utilización de fangos activados, los biodiscos y las lagunas aireadas.
En el tratamiento anaerobio se utiliza métodos como los lechos fluidizados y las anaerobias entre otros.
Fase 4: Tratamiento Terciario de Aguas
Es un tipo de tratamiento más riguroso, utilizado en los casos en los que el vertido de aguas residuales tenga unas concentraciones determinadas de ciertas sustancias que es necesario eliminar o disminuir por el uso posterior que se va a dar al agua.
Este tipo de tratamiento elimina fundamentalmente sólidos en suspensión, materia orgánica residual, nutrientes y patógenos, por lo que es necesario emplear métodos como la ósmosis inversa, la electrodiálisis, el intercambio iónico, absorción de carbón activo, procesos de oxidación química, etc.
Por último está el tratamiento de lodos, o línea de fangos, que son el conjunto de operaciones que pretenden reducir el volumen de los lodos que se producen de la sedimentación primaria y secundaria previo a la evacuación del agua.
El tratamiento de lodos consiste en la digestión, anaerobia, espesado y secado de lodos.